Registros de la antigüedad ilustran que el uso medicinal y curativo del oro proviene de Alejandría, Egipto. Desde hace más de 5000 años los antiguos egipcios utilizaban el oro para purificarse física, mental y energéticamente. Al igual que en Egipto, varias culturas antiguas, especialmente en la antigua China, creían que el oro estimulaba la energía vital, elevando los niveles de vibración en todos los niveles.
Las propiedades curativas del oro son muy extensas. Desde la antigüedad ha sido utilizado para eliminar bacterias, desinfectar, fortalecer el cuerpo y mejorar la inmunidad, influir positivamente en el trabajo del corazón y los órganos internos. Además, el oro puro es un mineral hipoalergénico, elemental totalmente natural que no solo es inerte para la química del cuerpo, sino que no es tóxico y no causa reacciones adversas o alergias.
Algunos medicamentos que contienen nanopartículas de oro combaten con éxito la bacteria Helicobacter pylori, que causa una úlcera estomacal y tienen un efecto antifúngico. Los productos médicos con nanopartículas de oro son ampliamente utilizados en el tratamiento de la artritis reumatoide.
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